Previniendo errores



 

Te pido disculpas por echarte de menos, 

por no comprender cómo la sociedad 

obliga a alguien a hacer algo que no quiere, 

por no saber decirte lo mucho que te necesito, 

ni lo mucho que me duele tu ausencia. 

No sé qué siento, 

sólo sé que contigo el tiempo 

no existe. 

Y sin embargo, 

sin embargo aunque lo supiera 

tampoco te lo diría, 

porque puedo intuir tu reacción. 

Siento ser egoísta, 

pero, ¿está mal serlo

cuando quieres evitar sufrir?

Desesperación

Siento como estoy entrando en una rampa, ya conocida.
Nada es lo mismo que antes. Hace mucho que no me siento bien.
Cada vez tengo más cerca mi límite. No sé, es como si mi cerebro se estuviese apagando lentamente. Intento frenar ese progreso, pero mis ganas de continuar se van disipando también.

Me preocupa el final que pueda tener todo esto.

Navegando sin rumbo

Busco a mi musa,

¿sabes dónde está?

Dime dónde puedo encontrarla.

La necesito,

como necesito el aire

para poder respirar.

Siento que mi vida se apaga,

y sé que sólo la tengo a ella como bastón.

Todo se desmorona, y yo...

yo sólo deseo estar en compañía

de mi amiga Soledad.

Sin poder hacer nada.

Miedo por ver que te alejas
y saber que no puedo hacer nada.
Sentir cómo tu ausencia
penetra en mi vida,
arrebatándome en un instante
las ganas de seguir,
las ganas de luchar,
las ganas de huir...

Ilusiones ópticas nocturnas

Despertándose tras el sueño eterno
no es vida lo que ven sus ojos,
pues su mirada está vacía.
Su piel está fría, pálida, envejecida.
Su cabello, movido por la brisa del viento,
brilla por la ausencia de la luz.

Aparece noche tras noche
como si fuera un espectro
resurgiendo entre las cenizas
de una mente atormentada.